EL OLVIDO

Decidi olvidarte
puesto que no podias seguir lastimandome
resignome a perder aquel martirio innato
que agredio sin fin alguno a esa niña que dormía en tu corazón
inevitable y agradable tu partida que no me cuesta empezar
Ahora vivo en llamas incandescentes ante aquel ferviente deseo
de explorar una nueva vida, una en la que no lleva tu prescencia
y seguiré mi camino, sin rumbo fijo, solo lleva esa esperanza
que un día se quedará en un pasado, puesto que habré encontrado
a mi principe anhelado